¿Los mejores innovadores son personas especiales, dotados de un algo mágico que les separa del resto del mundo? Sí y no. Tienen algunas habilidades más desarrolladas que el resto de las personas, pero no son inalcanzables.

Habilidades para innovar

Fotografía: bealluc

 

Muchos estudios de las últimas décadas han tratado de delimitar las diferencias que hacen de los grandes innovadores lo que son.

Y han determinado que en el ADN de los innovadores con éxito siempre hay una habilidad que está presente: el PENSAMIENTO ASOCIATIVO. Es decir, son capaces de establecer conexiones entre elementos provenientes de contextos, industrias, lugares o áreas de conocimiento diferentes.

De esa forma son capaces de llegar a soluciones diferentes para resolver problemas o necesidades. Caminan por senderos distintos, algunos de ellos inexplorados. Y obtienen ideas innovadoras.

Por tanto, sí es cierto que tienen algo especial y diferente. Pero también lo es que esa habilidad se puede entrenar en cualquier persona.

¿Cómo puedes mejorar tu pensamiento asociativo?

Hay 4 habilidades que puedes practicar para ello:

  1. Cuestionar: hacer preguntas que imponen o retiran restricciones: ¿qué pasaría si…? No tengas miedo de parecer un fantasioso. Cualquier cosa es planteable como idea. Después tendrás que averiguar si es realizable o no, probar su impacto real, probarlo en el mercado, etc. Pero por el momento no pasa nada por hacerte preguntas y anotar algunas ideas en un cuaderno. La búsqueda de respuestas te hará intentar poner en juego recursos diferentes, y crear asociaciones entre cosas que te parecían desconectadas hasta ahora.
  2. Networking: trabajar con gente de diferentes contextos que proveen de formas diferentes de pensar. No enfocan de la misma manera los problemas los ingenieros y los biólogos, o los periodistas, o los músicos. Cada vez es más habitual crear equipos multidisciplinares para generar nuevas ideas o trabajar en proyectos muy complejos que parecen estancados. A lo mejor hablar con un cocinero te da la idea o el enfoque que estabas necesitando.
  3. Observar: mirar el mundo alrededor en busca de cosas estimulantes. No importa dónde vivas, siempre hay montones de cosas interesantes y llamativas que pueden provocarte un pensamiento diferente. Pero normalmente vamos demasiado centrados en las cosas que nos ocupan en el momento, y no miramos de verdad a nuestro alrededor. O miramos con prejuicios o ideas preconcebidas. Una mirada nueva a lo que te rodea te puede proponer algunos estímulos interesantes. Un paseo despreocupado y tranquilo puede activar tu mente.
  4. Experimentar: complicarte la vida conscientemente probando cosas nuevas o yendo a sitios nuevos. Es una de las prácticas más potentes que puedes poner en marcha. Tu cerebro estará expuesto a informaciones nuevas que tendrá que conectar con las que ya tiene almacenadas. Se puede producir el momento mágico de la conexión de cosas que antes estaban separadas en compartimentos estancos.
    Como ves, no hay nada aquí que no puedas hacer tú. Depende de ti que practiques las habilidades necesarias para poder innovar.

 

¿Practicas algunas otras habilidades para conseguir tener ideas innovadoras? Me puedes dejar tus comentarios un poco más abajo, o en las redes sociales.