¿Estás en las nubes? En otros tiempos esto significaba estar despistado, no atender a lo que ocurría, no darse cuenta de lo que te rodeaba.
Hoy, a pesar del cambio revolucionario que está viviendo el mundo, la expresión sigue conservando el mismo significado. Pero además, tiene uno nuevo:
Estar en la nubes, o en la nube, significa poder trabajar de una manera infinitamente más cómoda y eficaz, estando atento a las posibilidades que hay a tu alrededor y sabiendo aprovecharlas. Ser más perspicaz y agudo, en definitiva.
¿Pero, qué es la nube?
Por la nube podemos entender en general la infraestructura de almacenamiento, computación, comunicación, colaboración, gestión de contenidos, bases de datos,… que se basa en Internet.
Para entenderlo mejor, la nube sería como un súper-ordenador con prestaciones enormes y variadas al que podemos acceder sin tener que comprarlo. Simplemente necesitamos un ordenador personal o dispositivo móvil y una conexión a Internet.
¿Y dónde esta la nube? La nube está repartida entre miles de servidores propiedad de las compañías que ofrecen servicios de este tipo.
El acceso a estos servidores es el que se hace a través de Internet.
¿Y por qué estar en la nube es tan positivo?
Te voy a dar 3 razones por las que deberías estar en la nube (con ejemplos que yo mismo utilizo desde hace tiempo):
- Puedes tener todos tus documentos disponibles en cualquier momento en todos los ordenadores o dispositivos que utilices. No tienes que copiar archivos en una memoria externa para introducirlos después en otro ordenador. Trabajas en un dispositivo y el archivo está actualizado en todos. Haces una foto y al momento está disponible en todos tus ordenadores. Ejemplo: Dropbox, Box, Google Drive.
- Puedes ahorrar mucho tiempo en reuniones con tus colaboradores. Hay aplicaciones en la nube que te permiten trabajar de forma colaborativa, compartiendo archivos, asignando tareas, viendo la evolución de un proyecto en tiempo real sin necesidad de celebrar reuniones. No hay que movilizar a todas las personas implicadas, cada uno puede seguir trabajando desde su sitio. Ejemplo: Evernote, Azendoo, Box
- Puedes ahorrar enormes cantidades de dinero. En la nube hay software disponible para muchísimos fines. Se trata del concepto de Software as a Service. Son programas que no requieren que los compres, los instales y pagues después por sucesivas actualizaciones. Simplemente pagas por tener acceso a través de Internet, y haces uso del software sin instalarlo en tu ordenador y sin preocuparte de averías o modificaciones. Y en muchos casos existen versiones gratuitas perfectamente viables. Ejemplo: Mailchimp, Google Docs, Pocket.
Uno de los factores que hacen dudar a muchas personas respecto a la utilización de la nube es la seguridad. Yo personalmente creo que los riesgos que puede implicar para la seguridad de la información son muy bajos. Por ejemplo, es mucho más probable que se estropee tu disco duro y pierdas información que los servidores de Dropbox sufran una avería. Además, en el caso de que ocurriese tú tendrías aún tus copias de todos tus archivos en tu ordenador.
Alguien podría robarte algunos archivos, es cierto. Pero las medidas de seguridad que estas compañías utilizan son mucho más poderosas que las que una persona normal pueda tener para proteger los archivos de su ordenador personal o dispositivo móvil.
Decididamente, estar en la nube es una oportunidad que debes aprovechar.
Pregunta: ¿Trabajas ya en la nube, o aún no? Déjame tus comentarios.