Uno de los muchos efectos negativos que la omnipresente CRISIS tiene en multitud de empresas es la falta de esperanza, el abatimiento, la rendición en definitiva. Las alternativas para superar la difícil situación se reducen progresivamente: los recursos van siendo consumidos, cada vez es más complicado hacer frente a los pagos, los ingresos no llegan, los plazos se agotan,…
El momento que vivimos, aunque el entorno macro-económico ha mejorado visiblemente y hay sectores de actividad que ya notan una mejoría, sigue siendo muy complicado y la solución no es fácil de alcanzar. Pero siempre existe la posibilidad de luchar contra el destino y salir victorioso. Para ello, debemos llevar a cabo un proceso de RENOVACIÓN en el que, tras asumir las lecciones aprendidas en el pasado y analizar el presente (con nuestras fortalezas y debilidades), decidamos enfrentarnos al futuro (con sus oportunidades y amenazas) con nuevas capacidades y alternativas, en definitiva, con CONFIANZA RENOVADA.
Valga como ejemplo este cuento:
«El águila es una de las aves que alcanza una mayor longevidad. Llega a vivir setenta años. Pero para llegar a esa edad, en su cuarta década debe tomar una seria y difícil decisión.
A los cuarenta años sus uñas se vuelven tan largas y flexibles que no puede sujetar a las presas de las cuales se alimenta. El pico, alargado y en punta, se curva demasiado y ya no le sirve. Apuntando contra el pecho están las alas, envejecidas y pesadas en función del gran tamaño de sus plumas. Para entonces, volar se vuelve muy difícil.
En ese momento sólo tiene dos alternativas: abandonarse y morir, o enfrentarse a un doloroso proceso de renovación que le llevará aproximadamente ciento cincuenta días.
Ese proceso consiste en volar a lo alto de una montaña y recogerse en un nido próximo a un paredón donde no necesita volar y se siente más protegida.
Entonce, una vez encontrado el lugar adecuado, el águila comienza a golpear la roca con el pico hasta arrancarlo. Luego espera que le nazca un nuevo pico con el cual podrá arrancar sus viejas uñas inservibles. Cuando las nuevas uñas comienzan a crecer, ella desprende una a una sus viejas y recrecidas plumas.
Y después de esos largos y dolorosos cinco meses de heridas, cicatrizaciones y crecimiento, logra realizar su famoso vuelo de renovación, renacimiento y festejo para vivir otros treinta años más.»
(Cuento incluido en el libro Aplícate el cuento: relatos, cuentos y anécdotas de Ecología Emocional para una vida inteligente y equilibrada. Amat, 2004. Jaume Soler y M. Mercé Conangla).
Podemos identificar el proceso de renovación del águila del cuento con el doloroso proceso de adaptación que la mayoría de las empresas se han visto obligadas a enfrentar en los últimos años para conseguir el objetivo de sobrevivir. Lo cierto es que en muchas ocasiones de la vida la salida a una situación aparentemente límite pasa por desprendernos de nuestros antiguos atributos y renovarnos.
En las empresas, el momento de crisis puede ser el más adecuado para formar a nuestros trabajadores en nuevas habilidades, para actualizar nuestras tecnologías y adaptarnos al mundo globalizado en el que vivimos y a la nueva forma de hacer negocios. Puede ser el momento para reorientar nuestro modelo de negocio, para construir las bases estratégicas que nos lleven a alcanzar metas que antes no nos hubiéramos propuesto. Es el momento de hacer de la excelencia nuestra bandera, de la mejora continua nuestra herramienta.
La ilusión y el esfuerzo son fundamentales, pero del cuento del águila además debemos extraer otra enseñanza que es tan antigua como el mundo: nuestro proceso de renovación conllevará sacrificio y a veces mucho dolor. Es una lucha total, a todos los niveles, contra nosotros mismos. Y ni tan siquiera tendremos tiempo para reposar, sino que las heridas de la batalla cicatrizarán mientras trabajamos duramente.
Al final llegará sin duda el premio merecido, y ahora que la crisis se va superando poco a poco, muchas empresas van a renacer con el vigor y la fortaleza suficientes para vivir otros treinta años más, como el águila del cuento.