En muchos aspectos, un negocio se comporta igual que una persona. Nace, crece, aprende, se educa, compite, ama, se reproduce, enferma, triunfa, lucha, comparte,… y muere. 

Ponle objetivos a tu negocio

¿A qué se debe esto? Al hecho irrefutable de que los negocios están formados por personas. Por mucha tecnología que empleen, por muy grandes y complejos que sean, los negocios tienen estructuras construidas por personas.

Y si un negocio se comporta en gran medida como una persona, podría aplicar las estrategias de las personas que tienen éxito que veíamos en el artículo anterior.

Todas las estrategias hacían referencia continua a un eje central: LA FIJACIÓN DE OBJETIVOS.

Sin un objetivo hacia el que avanzar es muy difícil establecer las acciones a ejecutar. Es muy complejo determinar las variables que favorecen más o menos al negocio, es complicado ajustar la estrategia, repartir recursos, en definitiva dirigir el negocio por un camino u otro.

Casi todos los negocios disponen de un objetivo general: tener un volumen de ventas determinado. Es el que permite vislumbrar el dinero que quedará al final en la caja (después de gastos, impuestos, salarios, etc).

Pero los negocios de éxito utilizan estrategias de éxito. Y el eje central de todas ellas es fijar unos objetivos.

No sólo se trata de visualizar la cifra de ventas a conseguir, sino de tener toda una colección de objetivos en las diferentes áreas del negocio: comercial, producción, marketing, administración, estrategia,…

Las empresas de éxito analizan de forma pormenorizada sus procesos, y cuando comprenden bien cómo funcionan y de qué dependen, se plantean objetivos a alcanzar año tras año para crecer, mejorar, optimizar, ser exitosas.

¿Por qué es tan crítico que establezcas objetivos en tu negocio?

  1. Deberás comprender claramente los procesos que conforman tu negocio. De lo contrario, no sabrás qué debes proponer como metas. Poder expresar claramente los procesos de tu negocio te situará más cerca del éxito.
  2. Podrás dar la prioridad adecuada a las diferentes acciones a emprender. Sabrás en cada momento si una acción va a hacer que tu negocio avance o no hacia sus objetivos.
  3. Tu negocio crecerá de manera equilibrada. No vas a proponer un objetivo en un área que perjudique a otras.
  4. Sabrás repartir mejor los recursos disponibles. La parte más importante de los recursos irá destinada a aquellas acciones que faciliten el cumplimiento de los objetivos fijados.
  5. El mensaje que transmitirás a tu mercado será más claro. Al estar orientado a la consecución de objetivos concretos, tu negocio tendrá una imagen más focalizada.

Como sucede con cualquier actividad, establecer unos objetivos concretos para tu negocio será más sencillo y viable si dispones de una herramienta adecuada para hacerlo.

Una herramienta muy potente para poner esto en práctica es ISO 9001.

ISO 9001 tiene como uno de sus requerimientos la fijación de objetivos en los diferentes procesos de tu negocio que permitan su mejora continua. Además, también te facilita mucho la labor de búsqueda de estos objetivos porque te marca los puntos más importantes en los que fijar tu atención:

  • Satisfacción de tus clientes
  • Gestión de tus recursos
  • No conformidades o errores
  • Control de la producción o prestación del servicio
  • Evaluación de proveedores

En ISO 9001 tu negocio tiene un aliado para caminar con paso seguro hacia el éxito.

 

Pregunta: ¿Cómo vives en tu negocio el establecimiento de objetivos? Puedes dejarme tus comentarios.